viernes, 20 de abril de 2012

IMPULSAN EMPRESAS NEGOCIOS DEL RECICLAJE.

La cantidad de envases plásticos que invaden calles, barrancas, ríos y taludes de carreteras en el país aparenta ser un tiradero al aire libre. Pues en la medida en que el ciclo de negocio entorno del re-uso del Polietileno Tereftalato (Pet) está incompleto, miles de toneladas de envases vacíos salen de control cada día.
Una vez molido y tratado, este material plástico es totalmente aprovechable como relleno en la fabricación de almohadas, chamarras y bolsas de dormir, en la producción de bandas de embalaje, alfombras y cimbras, entre muchos otros productos existentes y por desarrollar. Pero su valor como insumo para nuevos productos depende de la disposición de los envases de desecho, su demanda en China para la elaboración de textiles y hasta las plagas que atacan a los campos de algodón.
Economía y Compromiso Empresarial (Ecoce), asociación civil financiada por 55 compañías embotelladoras de refrescos y productores de alimentos, que últimamente se han sumado como usuarios de Pet, actúa sobre el único de esos factores que deja algo qué hacer: la recopilación de los envases desechados. Su objetivo es hacer económicamente atractivo el acopio de los envases por medio de compensaciones económicas a quienes hacen esta labor. El Pet para reciclaje se paga internacionalmente a 16 centavos la libra, pero Ecoce aporta la diferencia para que los recopiladores reciban un peso, una intervención que le ha costado 400 millones de pesos desde su creación en septiembre de 2002.

Con eso estarán dadas las condiciones para la instalación de empresas de transformación de los envases en fibra tratada y lista para reutilizarse y de elaboración de productos terminados.

Irónicamente, antes de que naciera Ecoce, la industria del reciclaje no podía despegar porque no había manera de garantizar el abasto de envases; con el trabajo de Ecoce se recolecta 14 por ciento del Pet desperdigado en ciudades interiores y caminos y 35 por ciento en la capital del país; empero, sólo 30 por ciento se utiliza localmente, el resto se exporta a China y Estados Unidos.

La batalla del organismo, que se define como no lucrativo, es que 40 por ciento de los grandes usuarios de la resina que no han entrado a sus filas se afilien, y que aumente el número de procesadoras y el reciclaje.

En este último campo hay avances. Operan en el país tres plantas, y está en camino una más, dice Jorge Treviño, director de Ecoce; en tanto que Coca-Cola Co., Femsa y una empresa austriaca invierten 200 millones de dólares en una fábrica que producirá envases Pet con calidad alimentaria es decir, que sus envases que incorporarán material reciclado podrán utilizarse en el envasado de consumibles.


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